
¡Qué la Buena Nueva que hoy celebramos, la Paz y la Palabra, conforten e iluminen a todas las personas, por encima de credos y banderas!
La vida es caprichosa y fundamentalmente injusta. Cuando gratuitamente decide tratarnos bien, debemos agradecérselo, disfrutándola. Cuando friamente decide tratar mal a los demás, debemos comprometernos, intentando corregirla.
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