domingo, 10 de octubre de 2010

La Incoronazione di Poppea


Había, por motivos múltiples, cierto interés entre los aficionados a la temporada de ópera ovetense por ver este título. Por una parte es una ópera poco representada en general, y nunca en esta plaza.

A mayor abundamiento, el barroco musical es un género que puede despertar sentimientos encontrados. A los que les/nos gusta, les/nos gusta mucho, en casos hasta el apasionamiento. A los que no les gusta, les puede parecer reiterativo, monótono e incluso pesado, y no hay que olvidar que, por mor del estilo, gustos y cultura de la época, las óperas de ese tiempo suelen tener un formato prolongado (pero, bueno, hombre, tampoco más que las wagnerianas).

Pero realmente el interés estaba en poder ver la puesta en escena, puesto que se prometían novedades modernizadoras por parte de su director, Emilio Sagi, así como por la participación de la diseñadora contemporánea Patricia Urquiola. Como casi siempre que en Oviedo hay la más mínima excusa para dividirse en dos bandos, y a poder ser intransigentes, la polémica se prometía servida.

Y así fué. Hubo división de opiniones y a nadie nos dejó indiferentes. Conozco el caso de dos amigas que asistieron a la misma sesión. Salieron por dos puertas distintas y como es común en Oviedo, al reunirse en la placita de la entrada del teatro a compartir las primeras impresiones, una de ellas salía indignada, para ella la estética de la puesta en escena era "infumable", mientras que la otra salía maravillada de una estética novedosa y muy bella. Efectivamente para gustos hay colores y formas.



Desde mi punto de vista Sagi suele tener un acierto en sus trabajos. Con un estilo más próximo a la sencillez que al recargamiento, y con un gusto manifiesto en cuanto a formas, colores, luces, texturas, ritmos y su combinación, suele actualizar sus montajes huyendo siempre de las estridencias o las provocaciones, y sobre todo, y ahí es donde creo que reside su mayor acierto, intemporalizándolos. Eso nos permite hacer lecturas actuales de textos que necesariamente en cuanto a su estilo formal quedan un poco periclitados, pero que en cuanto a sus contenidos, y precisamente por eso se convirtieron en clásicos, siguen constituyendo un importante motivo de reflexión.

Por otra parte, con esta intemporalización, y al huir de una representación "verista" (¿podríamos decir también "figurativa"?) en lo formal, su juego de actualización de los elementos antes reseñados le permite introducirse en lo simbólico, enriqueciendo con nuevos planos la lectura del texto.

Así la anécdota de la narración, en este caso un episodio de la vida de Nerón, queda difuminada en beneficio de una reflexión sobre los sentimientos y las pasiones que la provocan. En este caso, la impunidad de la arbitrariedad del poder y el contexto absolutamente machista dominante de la sociedad.



Con ello el acontecimiento artístico alcanza su máxima plenitud, no limitándose solo a la mera búsqueda de la belleza sino también siendo elemento provocador de opinión y pensamiento, e incluso contrastándose con la realidad social actual. Sería el desiderátum si también consiguiera ser elemento movilizador y reformador, pero para eso, ¡ay!, todavía nos falta un poco, al menos en este género y en este entorno.

Al respecto me decía con entusiasmo un amigo que había asistido a una representación anterior a la mía, "ya verás, el texto es impresionante, podría haberse escrito hoy mismo y aquí". Y efectivamente pude comprobar con tristeza por mi parte que mi amigo tenía razón. Lo que pasa es que no sé a que acepción del vocablo "impresionante" se estaba refiriendo mi amigo, a la que invoca asombro o admiración, o a la que invoca estupor o susto. A mí me produjo esto último, pués es triste admitir que en la capital del Imperio en el s. I de nuestra era o en las repúblicas renancentistas y barrocas del XVII, fuesen moneda corriente los conceptos arriba señalados de arbitrariedad, machismo e impunidad, pero que después de todo un siglo de las luces, un racionalismo y una lucha por la instauración de los derechos humanos y de la democracia, incluso pagando los altísimos costes que ello implicó, estemos firmando iguales textos (¡porque en la práctica lo estamos!) me produce una gran desazón.

Este creo que es el envite, y el gran acierto, que Sagi nos lanza con su intemporal, y a mi sentir bellísima, puesta en escena. Y yo, por ello, le doy las gracias y lo aplaudo.


miércoles, 8 de septiembre de 2010

A MI MANERA

"...porque ningún viaje es tan hermoso como aquel que se sueña".  (Dr. Barbado Hernández)

Comparto con muchas personas esa tendencia atávica al viaje, que entiendo como uno de los mejores instrumentos para aprender a crecer, en el conocimiento de lo plural y lo distinto.

Evidentemente hay muchos tipos de viajes, y motivaciones para los mismos. La mayoría de los viajes son exteriores, pero también hay muy valiosos viajes al interior de uno mismo. En cuanto a las motivaciones, unas son decididas por uno mismo (placer, turismo, conocimiento, relaciones familiares, trabajo, etc.), y otras desgraciadamente forzadas por las circunstancias, como los desplazamientos por guerras, catástrofes naturales o esa triste forma de peregrinación que es la emigración.



También creo que el camino, y por lo tanto el viaje, comienza con la preparación, y posteriormente continúa para siempre en el recuerdo. Y, ¿como viajar?. Lo mismo que vivir puede hacerse solo o en compañía, dependiendo tal vez de los gustos y de las circunstancias, y hasta en ocasiones, alternando.

Yo, como muchos españoles (y no españoles), tengo por una de las imagenes del viaje el Camino de Santiago. Así que tras muchos años de darle vueltas, y gozarlo y realizarlo en la imaginación, y empujado, como en todas las cosas, por la confluencia de una serie de circunstancias que no viene al caso detallar, me decidí proponer a C. el emprenderlo.

Eso sí, a mi manera, porque uno debe asumir lo que es y sus circunstancias, y no hay por que esconderlo, e incluso en ocasiones hay que reivindicarlo. Así que con todo el respeto a alguna de las circunstancias antes citadas, cuando la realidad impone que uno es un pequeño burgués, urbanita y debilucho, y ya no está en edad ni condición de echarse a los caminos con unos cuantos kilos a la espalda, soportando frio, lluvia y kilómetros, hay que diseñar las condiciones del viaje salvaguardando unas ciertas condiciones de confort.



Así pues, a la hora de escoger la ruta en vez de decantarnos por el Camino Primitivo o Asturiano, el Camino del Norte, el Camino Francés, el Camino Portugués o la Ruta de la Plata, decidimos escoger la Ruta de los Paradores Nacionales, eso sí, también a nuestra manera, puesto que ni en Somport ni en Roncesvalles existe establecimiento de esta estupenda cadena hotelera.

El más relacionado con ambas entradas clásicas era el Parador de Bielsa, lo que además nos permitiría conocer enclaves estupendos del Pirineo oscense. Así que, tras un accidentado viaje, cuyos detalles nada aportarían en lo sustancial, allí comenzó nuestro periplo.

De tan maravillosa región me quedan en el recuerdo muchas cosas que resumo en dos: la belleza del paisaje y la grandeza de su historia, lo que es lo mismo que decir de sus gentes, pues es el pueblo quien al final, aunque sea de forma anónima y empéñese quien se empeñe, acaba tejiendo la historia.


El Parador está enclavado en el municipio de Bielsa, que pertenece a la comarca de El Sobrarbe, cuya referencia jurisdiccional y sociológica es Jaca, a la que muchos denominan, para mejor,  la capital del El Viejo Aragón.

La página web de este precioso municipio, http://www.bielsa.com/ , señala su origen hacia los siglos X-XI, con el establecimiento de poblaciones estables en esta zona del Pirineo, dada su estratégica situación, con posteriores avatares hasta que el el siglo XV el rey Alfonso V les concedió muy interesantes privilegios.

Otras mentes más calenturientas, pero también más poéticas, se introducen en el mundo de la leyenda, y citan a Túbal como primer poblador de estos lares. Como el océano de la leyenda es proceloso, muy diversos piélagos podemos encontrar en el mismo, y por tanto también varias son las versiones sobre la vida y milagros del tal Túbal. Según algunas, http://articulos.altoaragon.org/ , sería nieto de Noé, y tras el Diluvio Universal vino a Iberia, donde hizo diversas fundaciones, entre ellas la ciudad de Zaragoza.

Para otros, este nieto de Noé será el que aportó el idioma (euskera), la ley (fuero) y la religión (monoteísmo precristiano), y contribuyó a legitimar ideológicamente la defensa del sistema foral en el seno de la monarquía Hispánica hasta el siglo XVIII, siendo por tanto el patriarca de los vascos, auque en otra versión tal papel se le asigna a Aitor.

Pués bien, tenía Túbal una hija bellísima, Pirene, sobre la que el maligno Gerión tenía pérfidas y libidinosas intenciones, por lo que hubo de esconderse en estos parajes a los que daría nombre. Lo que después pasó es un largo relato, que excede los límites de esta entrada, pero que implicó hasta al mismísimo Hércules, en uno de sus doce muy esforzados trabajos.


En cualquier caso, para quien esté interesado en aproximarse a la historia de Aragón desde un punto de vista de amateur y de una forma sumamamente amena, le recomiendo el libro titulado Historia contada de Aragón, de José Luis Corral Lafuente, publicada en editorial Leyre.

A resguardo de las inclemencias del tiempo y confortados por la buena lectura y el calor humano del  estupendo y eficiente personal del Parador de Bielsa, continuamos con nuestro viaje, que iremos compartiendo en próximas entradas.








jueves, 12 de agosto de 2010

DE PRIESCA AL CORAZÓN...O VICEVERSA


Priesca es un pequeño y hermoso pueblecito del concejo de Villaviciosa.

Tan pequeñito que es posible que en el mismo no vivan más allá de unos 100 habitantes. Pero si pocos en número (¿que es poco y que es mucho?), a cambio, son extremadamente acogedores, y todo el pueblo destila paz, sosiego y serena belleza natural.

Además de acogedores, los habitantes de Priesca son extremadamente activos, y entre ellos, en esa actividad, que yo sepa, destacan mis generosas amigas Puri y Geles, que desde hace dos años me invitan a compartir las fiestas dedicadas a San Salvador y a Nuestra Señora de las Nieves, que organiza una eficaz comisión de fiestas, capitaneada por Manolo "El Roxu", según información que obtengo en http://www.pueblos-espana.org/asturias/asturias/priesca/foro/.



Con la celebración de esas fiestas, en las que cada año van introduciendo alguna novedad (este año se incorporó un desfile de carrozas), no solo se consigue merecido solaz y disfrute de sus habitantes, sino que también sirven para mantener de generación en generación tradiciones y costumbres que conocimos de nuestros padres y abuelos, tratando de transmitirlas a quienes nos sucedan, haciéndonos formar parte de un hilo que transciende al tiempo y quizás contribuye a ahí parte de nuestra inmortalidad.



Por si esto fuera poco, las fiesta y el empeño de D. Daniel, entrañable párroco de la localidad, mantienen en buena forma la maravillosa iglesia de S. Salvador, de la que Wikipedia nos cuenta que "...constituye uno de los ejemplares de la arquitectura prerrománica asturiana algo tardía, y fue declarada Monumento Nacional el 5 de febrero de 1913..., el templo había sido consagrado en la era CMXXI, esto es, en el año 921. Es, pues, algo posterior al de San Salvador de Valdediós con el que le unen diversas afinidades, perteneciendo al reinado de Fruela II de Asturias (910-925)...", aunque ya, tras la muerte en el 910 de Alfonso III,  la capital del Reino se había trasladado a León, y allí reinaba su hermano Ordoño II.



Mucho es lo que encontramos referenciado sobre esta preciosa y acogedora iglesia, tanto en "san Google" como en la bibliografía clásica, pero me permito recomendar esta entrada: http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12371405336901532976402/028983.pdf?incr=1,
en la que podemos leer un artículo de D. José Ramón Mélida, fechado en Junio de 1912, en el Boletín de la Real Academia de la Historia, en el que en el elegante lenguaje de la época nos señala que : " Estos son los datos existentes, y los que quedan expuestos los méritos singulares de la iglesia de San Salvador de Priesca, como se ha visto, construida en el siglo x y ejemplar notabilísimo de la Arquitectura asturiana; méritos sobrados por cierto para declararla monumento nacional. La Academia resolverá, como siempre, lo más justo para contestar oportunamente á la Superioridad."

Otro interesante aspecto del artículo de D. José Ramón es cuando señala que : "Según hace constar la Comisión de Monumentos de Oviedo, la iglesia de Priesca no aparece citada en testamentos y documentos reales ó en donaciones señoriales, tan frecuentes en aquellos tiempos, ni de ella hacen referencia los antiguos cronistas. Muda la Historia respecto de tan singular monumento, queda tan sólo él mismo como testimonio documental de mayor excepción, de una época, por apartada y poco conocida, más interesante...".

No sé si la Historia ya conoce o no el origen de nuestra "iglesina", pero a fe que el tema picó mi curiosidad y no cejaré hasta tener más datos del estado actual del conocimiento.



Bueno, y después Misa Mayor, con Predicador invitado, Himno de Asturias a gaita y tambor tras la Consagración, procesión con el Santísimo bajo palio mientras repicaban (y por cierto, muy bien repicadas) las campanas y los voladores atronaban el ambiente, puja del "ramu" (el pan y el lomo conseguidos, exquisitos), y sobre todo, compartir mesa y mantel, con viandas generosas en calidad y cantidad preparado todo ello con el cariño infinito de las ya aludidas Puri y Geles, y sobre todo amistad, mucha, mucha amistad.

Dios nos conserve a todos para poder repetirlo con bien el próximo año.

martes, 3 de agosto de 2010

¡...Y A PESAR DE ELLO, AMIGO!

Algunos compartimos la costumbre de entretener el ocio veraniego con un libro, y en ese caso, cuando preparamos la maleta para el viaje al sol, la playa y la hamaca, escogemos una de esas novelas que por su extensión no abordamos durante las jornadas laborales invernales. Procuramos además que el relato incluya una cierta acción que nos mantenga interesados y sorprendidos con facilidad.

Los editores lo saben y aprovechan estás fechas para publicar los llamados best-sellers, y uno tiene un cierto prejuicio, más o menos fundado, a estos artículos de diseño industrial.

En esta ocasión, la audición casual de una entrevista al autor realizada por una radiofonista de éxito, y cuyos gustos literarios el lector tiene en cierta consideración, lo llevaron (al lector) a escoger como compañero de tumbona y playa a El Asedio, de A. Pérez Reverte.

Afortunada coincidencia que el lector se atreve a aconsejar (mala costumbre esta cuando el consejo no es solicitado), con su mayor sinceridad a las personas que aprecia y que gusten de la lectura.

La novela encierra una estructura interna, en su guión y desarrollo, muy sólida y elaborada, cosa que siempre es de muy de agradecer, y que en honor a la verdad hay que reconocer que es habitual en el citado autor. Por otra parte, la acción engancha y mantiene en todo momento al lector interesado y entretenido.

Llama la atención sobremanera la rotundidad en el dibujo de los personajes y la solidez de los mismos, y también la ambientación social e histórica de unos hechos muy llamativos, una ciudad, Cádiz, sitiada por los franceses, pero en la que sus habitantes sitiados vivían en unas condiciones de todo tipo (sicológicas, sociales, de salubridad y hasta económicas) mucho mejores que la de los sitiadores. ¿Tendrá algo que ver también con el característico sentido de la vida de los gaditanos?

Por otra parte, estaban dándose unas circunstancias históricas. como la génesis de la Constitución de 1812 y de un devenir de decadencia de lo que quedaba del Imperio español, todo lo cual el autor sabe modelar como telón de fondo con gran habilidad.

Para el final, el final. No conozco a nadie que haya leido la novela que al recomendársela a sus amistades, tras enfatizar los aspectos anteriores u otros que les hayan llamado la atención, no añadan: ...pero no puedo contarte el final, pues te sorprenderá e impactará."

En fin, que creo que a pesar de ser lanzada como un best-seller, es una buena novela. Sinceramente les deseo que la disfruten.



jueves, 7 de enero de 2010

2010, AÑO SANTO COMPOSTELANO


Este año que comienza se considera Año Santo Compostelano por coincidir en domingo la celebración de Santiago Apóstol, el día 25 de julio.

Hace no mucho tiempo, José Luis Argüelles, en el diario La Nueva España y a propósito de un interesante libro del que otro día escribiré, citaba a Fulcanelli (también interesante personaje a seguir) cuando hablaba de las catedrales góticas, y de ellas decía algo que se puede aplicar también al Camino de Santiago: …Santuario de la Tradición, de la Ciencia y del Arte, no debe ser contemplado como una obra únicamente dedicada a la gloria del cristianismo, sino más bien como una vasta concreción de ideas, de tendencia y de fe populares, como un todo perfecto al que podemos acudir sin temor cuando tratamos de conocer el pensamiento de nuestros antepasados, en todos los terrenos: religioso, laico, filosófico o social…

Desde que a comienzos del siglo IX, bajo el reinado de Alfonso II el Casto, se descubriera la tumba del Apóstol Santiago, millones de personas desde todos los puntos del mundo peregrinaron hasta ella por muy diversos motivos.

Hay que intentar situarse en las circunstancias de aquellas épocas, y en la mentalidad de sus habitantes para comprender las palabras de D. Gabino Díaz Merchán, Arzobispo Emérito de Oviedo, en el prólogo a un bello libro titulado Asturias en el Camino de Santiago, y del que son autores Luis Antonio Alias y Luis Montoto. Dice D. Gabino entre otras cosas: …el Camino de Santiago representó para Europa un nexo religioso y cultural. La corriente de peregrinos fomentó el intercambio de los cristianos en Europa por encima de las peculiaridades de tantos pueblos, leguas y modos de ser de las gentes de nuestro continente…caminar a su Sepulcro era profundizar y consolidar más la barrera que aseguraba a los pueblos cristianos la salvaguardia de su propia identidad…

Por ello no es extraño que fuera el propio Carlomagno el que otorgara su beneplácito al impulso a esta peregrinación y que con el correr de los siglos recibiera el título honorífico de Calle Mayor de Europa.

Para quien quiera conocer, reflexionar o hasta viajar de algún modo este eje vertebrador de europeismo, le recomiendo el bello libro cuya portada reproduzco en la ilustración adjunto. Con el título de Santiago. La Europa del peregrinaje, y editado por Paolo Caucci Von Saucken, desarrolla un completísimo prólogo en el que se reflexiona sobre las raíces y formas de la peregrinación compostelana, y expone detalladamente todas las rutas o caminos a través de toda Europa, profusamente ilustrado con bellísimas fotografías del mucho arte que en los caminos se generó.

¡A disfrutarlo!, que es otra forma de peregrinar por la vida.