martes, 3 de agosto de 2010

¡...Y A PESAR DE ELLO, AMIGO!

Algunos compartimos la costumbre de entretener el ocio veraniego con un libro, y en ese caso, cuando preparamos la maleta para el viaje al sol, la playa y la hamaca, escogemos una de esas novelas que por su extensión no abordamos durante las jornadas laborales invernales. Procuramos además que el relato incluya una cierta acción que nos mantenga interesados y sorprendidos con facilidad.

Los editores lo saben y aprovechan estás fechas para publicar los llamados best-sellers, y uno tiene un cierto prejuicio, más o menos fundado, a estos artículos de diseño industrial.

En esta ocasión, la audición casual de una entrevista al autor realizada por una radiofonista de éxito, y cuyos gustos literarios el lector tiene en cierta consideración, lo llevaron (al lector) a escoger como compañero de tumbona y playa a El Asedio, de A. Pérez Reverte.

Afortunada coincidencia que el lector se atreve a aconsejar (mala costumbre esta cuando el consejo no es solicitado), con su mayor sinceridad a las personas que aprecia y que gusten de la lectura.

La novela encierra una estructura interna, en su guión y desarrollo, muy sólida y elaborada, cosa que siempre es de muy de agradecer, y que en honor a la verdad hay que reconocer que es habitual en el citado autor. Por otra parte, la acción engancha y mantiene en todo momento al lector interesado y entretenido.

Llama la atención sobremanera la rotundidad en el dibujo de los personajes y la solidez de los mismos, y también la ambientación social e histórica de unos hechos muy llamativos, una ciudad, Cádiz, sitiada por los franceses, pero en la que sus habitantes sitiados vivían en unas condiciones de todo tipo (sicológicas, sociales, de salubridad y hasta económicas) mucho mejores que la de los sitiadores. ¿Tendrá algo que ver también con el característico sentido de la vida de los gaditanos?

Por otra parte, estaban dándose unas circunstancias históricas. como la génesis de la Constitución de 1812 y de un devenir de decadencia de lo que quedaba del Imperio español, todo lo cual el autor sabe modelar como telón de fondo con gran habilidad.

Para el final, el final. No conozco a nadie que haya leido la novela que al recomendársela a sus amistades, tras enfatizar los aspectos anteriores u otros que les hayan llamado la atención, no añadan: ...pero no puedo contarte el final, pues te sorprenderá e impactará."

En fin, que creo que a pesar de ser lanzada como un best-seller, es una buena novela. Sinceramente les deseo que la disfruten.



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